Queridos cohermanos y miembros de la Familia Vicenciana.
Con la alegría y la esperanza que trae la temporada navideña, también nos preparamos para comenzar la celebración de los 400º años de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paul.
Recordemos con gratitud la historia de nuestra congregación marcada por la entrega y el servicio al estilo de San Vicente de Paul. Así como la Sagrada Familia encontró refugio en un humilde pesebre, nosotros encontramos hogar en la misión compartida, donde cada uno de nosotros es un regalo para los demás.
Que el misterio de la encarnación del Hijo de Dios renueve nuestro compromiso con la humanidad y con la historia donde podremos seguir siendo instrumentos del amor de Dios al servicio de los más pobres inspirados por nuestro padre San Vicente.
¡Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo para todos!
Su hermano en San Vicente,
Roberto Gómez